¿Quién me iba a decir que mi sueño
de acudir a una Semana de la Moda se iba a cumplir tan pronto?
Gracias a Olivia Such Fotografía y Anillarte ese
sueño llegó.
Allí estaba yo, en la Semana de la
Moda de Valencia, como una niña con zapatos nuevos, mirándolo todo
con pasión, emocionada por todo lo que veía a mi alrededor. La
gente, los “modelitos” que todo el mundo había elegido a
conciencia para ese día, diseñadores, prensa, maquilladores,
peluqueros... un hervidero de gente con un objetivo común, la MODA.
Había un stand de Harpers Bazaar y
Esquire al que me dirigí nada más entrar, ¡mis dos revistas
favoritas estaban allí! ¡Y las regalaban! Eran del mes anterior, y
las tenía en casa, pero me dio igual yo cogí mis dos ejemplares.
Tengo que aclarar que los que me compro los suelo subrayar y llenar
de anotaciones, así que esos serían mis ejemplares vírgenes,
recuerdo de un día que se me antojaba inolvidable.
De ahí pasamos por el stand de Divina Locura donde Sandra y Jorge exhibían sus creaciones, collares únicos
y preciosos para lucir en una ocasión como aquella. Los hacen por
encargo también, así que si alguna vez tenéis un acto o evento en
el que queráis deslumbrar no dudéis en poneros en contacto con
ellos, ¡son geniales!
Tantas emociones juntas agotan, y
mucho, ya os aviso, y qué mejor para eso que sentarte en el centro
del meollo a observarlo todo, a mirar con ojillos curiosos todo lo
que pasa a tu alrededor. Estaba alucinada. Los organizadores corrían
de un lado a otro, recibiendo a los diseñadores y modelos, los
peluqueros y maquilladores salían y entraban de “su zona”
llevando paletas de colores en sus manos, peines, secadores,
planchas... era una locura, pero una locura buena. En las mesas se apiñaban bloggers de moda, todos con sus libretas y sus
cámaras cargadas, llevando la última moda al extremo, peripuestos y
divinos. Eran puro espectáculo.
Y de repente estando allí sentada giré
la cabeza y allí estaba, ¡Fashion TV cubriendo la Valencia Fashion
Week! Ese canal que sigo en Twitter, en Instagram, estaba allí,
sentado a mi lado! Si, lo sé, me emociono con todo. Pero todo era
tan especial!
Mis acompañantes tuvieron que irse a
trabajar y allí me quedé yo, feliz cual perdiz, de "mirona" oficial. Y allí sentada vi como iban llegando las modelos,
altísimas, más si cabe por la altura de sus tacones, delgadísimas,
con un halo de tristeza y misterio, que a mi me parecía mas hambre
que otra cosa. Y así es como se descubre que se pueden poner lo que
sea, que siempre irán monísimas, si, así es, lleven lo que lleven
no pierden nunca esa figura ni parte de su belleza.
De repente mi labor como observadora se
vio alterada por una llamada telefónica, “Corre, sube a la primera
que estamos preparando el desfile!” y allá que fui. Me subí en
el ascensor que me llevaría al paraíso, el backstage, allí, ante mi, estaban todos los diseños de Anillarte, colgados, ordenados tal y
como luego se exhibirían en la pasarela.
Pero esto ya es otra historia y como tal irá en otro post.
Si vas a la semana de la moda de NY morirás de éxtasis. Me ha gustado el blog, tiene el encanto de lo inocente
ResponderEliminarme alegro de que lo pasara muy bien, ahora a por cibeles!!!
ResponderEliminarEs muy emocionante leer tu blog, recuerdo cada momento y lo revivo. Estoy ansiosa de que llegue la segunda parte del reportaje de la VFW ;)
ResponderEliminarLeyéndote parece que estaba allí amiga!!!
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